Archipiélago Las Perlas
Panamá 2022
03 de Septiembre al 11 de Septiembre
“Ustedes me cambiaron la vida! ¡Gracias!”
Estas fueron las palabras de Julio, luego de la emocionante boda que tuvo con su consorte Griselda, luego de esperar más de 30 años que un misionero regresara a la Isla Casaya y los casara por Iglesia. “Gracias por ayudarnos a seguir todos los procedimientos para poder vivir según los mandamientos de Dios”, dijo Julio con voz entrecortada, mientras recibía cientos de felicitaciones de sus familiares por WhatsApp por la flamante boda. Julio, de 73 años, y Griselda, de 70, no podían contener la alegría al estar casados juntos, ante Dios.
Unos 10 misioneros y algunos turistas participaron de la Misión Oceánica, bajo el calor sofocante y la humedad agobiante de la selva panameña. La lluvia, el barro y el calor hicieron su presencia, pero los misioneros no se dejaron doblegar ante esta misión de carácter épico y heroico. La playas paradisíacas y las aguas del mar con sus colores turquesas les regalaron sus caricias, como signo de los mimos del Dios Omnipotente, que no descuida a sus elegidos.
Por petición del Arzobispo de Panamá, se realizó la fantástica Misión del OGP en las Islas de Saboga, Contadora, Casaya, Pedro Gonzalez y el pueblo San Miguel en la Isla del Rey. El archipiélago, famoso por la perla más grande hallada en el mundo, cuya dueña es la difunta Reina Isabel de Inglaterra, cuenta con 365 islas.
Todas de origen católico, con Saboya a la cabeza, tiene más de 500 años de catolicismo. Sin embargo, lo que antes fueron gloriosas islas de origen cristiano hispano, con capillas antiquísimas y reliquias invaluables, hoy se encuentran en decaídas, enfriadas, casi olvidadas, en parte por la escasez de sacerdotes, en parte por el abandono de la fe de la población.
El párroco, Padre Luis Vergara, tiene a su cargo a todo el archipiélago, con sólo un ayudante, además de una zona roja en el continente y varias obligaciones más. Aquí hay generaciones que casi nunca han oído una Santa Misa o visto un sacerdote.